jueves, 26 de junio de 2014

Cierto: Ni la madre que la parió

Han pasado 30 años desde que el inefable Alfonso Guerra pronunció esa frase. Henchido con la victoria socialista de 1982, profetizó, y por supuesto, nunca imaginó de que forma, aquelló de que a España no la iba a conocer ni la madre....... En fin, ha pasado mucho tiempo y lo cierto es que trabajadores y ciudadanos hemos perdido o estamos en peligro de perder, aunque parezca mentira, incluso derechos que teníamos claros con el dictador. Es para hacernoslo mirar.

A nadie se le ocultan tristes sucesos como la desparición de la práctica totalidad de las Cajas de Ahorros, y sus respectivas obras sociales, ese lugar en el que todos confíabamos para depositar nuestros ahorros, o simplemente nuestros sueldos con los que subsistir. Y lo que es peor la forma en que han desparecido en la que no me voy a perder, para no salirme demasiado del tema, pero en lo que han tenido que ver sin duda políticos de todos los colores y sindicalistas de diverso signo.

Es sólo un episodio más del cambio en este país, donde es peligroso señalar a un señor que dice que por nacer en determinada parte de España debe tener más derechos o beneficios que otro. Eso que en cualquier país se le denominaría xenofobia, u otra cosa más gorda, aquí se ve con la mayor de las naturalidades, y se consiente al tiempo que se promueve, y se ataca con saña a quién tiene el más mínimo pudor en decirlo. El poder es el poder y hay que pactar con las oligarquías para llegar a él o mantenerlo, así nos va.

En las últimas fechas, existe también una preocupaciòn gordísima porque en las últimas elecciones un partido político que nació de la contestación a nuestros dirigentes políticos en general, aunque algunos digan que es el sistema en sí lo que pelean, ha conseguido resultados. Alternativo para algunos, revolucionario para otros. Yo tampoco voy a entrar, lo bueno de la democracia mientras se pueda llamar así, es que la sarten la tienen por el mango quienes votan, aunque las editoriales estén a favor o en contra, o ninguneen a unos u otros.

Al final la reflexión a la que quería llegar, después de todo lo vivído en los últimos años, es que tenemos la sensación que quienes realmente son revolucionarios o alternativos son el actual Gobierno y el Ministro de Justicia que tenemos, porque estos, si que no se andan con chiquilladas para cambiar todo lo que haya que cambiar, o si se prefiere para acabar con todo lo que henos conocido durante años y nos daba más o menos una seguridad juridica, personal o como se quiera llamar, todo por supuesto menos sus privilegios y los de sus amigos los poderosos. Cada una de sus reformas es para castigarnos más. Y las reformas en justicia son clave para ello.