Los funcionarios al servicio de la administración de Justicia, somos profesionales que conocemos nuestro trabajo. Por ello somos Cuerpos especiales, con condiciones de acceso a los diferentes Cuerpos, funciones y condiciones laborales distintas al resto de trabajadores públicos.
Nadie conoce la Administración de Justicia, como los que trabajamos en ella. Por ello, respetando todas las opiniones, creemos que no se puede abordar ningún tipo de iniciativa o de reforma, sin tener en cuenta el punto de vista de los que están al pié del cañón todo el día. Y eso no incluye solamente a los miembros de la Judicatura y a los Secretarios Judiciales, incluye, y creo que compete a todos y cada uno lo que trabajamos en ella.
Todos conocemos los problemas que tiene esta administración, y todos podemos señalar con el dedo cuales son sus verdaderos problemas, porque los vivimos a diario en nuestro puesto de trabajo, donde atendemos diariamente al 99% de los ciudadanos que acuden a las oficinas judiciales para ver satisfechas sus pretensiones, o conseguir la protección que las Leyes les conceden.
Consecuentemente con ello, mal vamos si el propio personal está representado por entidades con finalidades o determinados objetivos políticos, que normalmente anteponen a los intereses de los trabajadores.
En definitiva, nadie conoce los problemas de la profesión y sus soluciones como los propios funcionarios y por lo tanto, nadie como ellos pueden defender sus condiciones de trabajo desde un punto de vista meramente profesional.
En definitiva, nadie conoce los problemas de la profesión y sus soluciones como los propios funcionarios y por lo tanto, nadie como ellos pueden defender sus condiciones de trabajo desde un punto de vista meramente profesional.
