miércoles, 21 de marzo de 2012

Como todos los españoles Sr. Montoro, como todos.

Nuestro inefable Ministro de Hacienda don Cristóbal Montoro, dice  que los funcionarios han de ganarse el puesto de trabajo; no basta haber aprobado una oposición y ya está, sino que hay que ganarse el puesto como todos los españoles.
 
 
Me parece muy bien lo de ganarse el puesto como todos los españoles, ya que al menos nosotros acreditamos nuestra valía en procesos selectivos que respetan los principios de igualdad, mérito, capacidad y además publicidad.


Los funcionarios estamos dispuestos a creerle, cuando veamos en un BOE que todos los diputados sufren el mismo IRPF que cualquier ciudadano, que cobran la pensión a partir de 25 años cotizados y de 35 como mínimo la pensión máxima. Que los exmienbros del Gobierno no perciban retribución o pensión alguna con cargo a cualquier administración del Estado, cuando tengan retribuciones de empresas privadas; que todos los cargos políticos de este país sean incompatibles con cualquier otro cargo, empleo, sueldo o retribución.


También en comunidades autónomas, diputaciones, mancomunidades, ayuntamientos, etc. No le voy a pedir explicaciones sobre lo que denuncia en sus declaraciones: la duplicidad de competencias y el enchufismo, de la que tampoco somos responsables los funcionarios sino  su ineptitud, la de los políticos digo, y lo digo, porque no quiero pensar otra cosa.

No se asuste, no le voy a hablar de los bancos a los que he sustentado y sustento con mis impuestos, mientras me cobran intereses o comisiones por mil y una cuestión, ni del negocio nacionalista, ni del oligopolio de los hidrocarburos o de las eléctricas.

Efectivamente Sr. Montoro,  el puesto hay que ganárselo. Me viene a la memoria que hace diez años el periódico Levante tuvo a bien publicar un artículo de un servidor que hablaba de su productividad y el sueldo de los funcionarios, proposición que usted había sugerido al revés unos días antes, para explicarle los efectos del euro en nuestros bolsillos, al tiempo que el Gobierno del que usted formaba parte malgastaba el dinero en publicidad con la familia García (supongo que “emprendedora” y por lo tanto su favorita) asegurando que con el euro no se subían los precios. La verdad, no me rio porque no tiene gracia.