El RD de nuevos recortes publicado el pasado 13
de julio, tiene un artículo dedicado a las liberaciones sindicales, que se
reducen notablemente, como pedían los medios de comunicación gubernamentales, y
los amigos del defraudar me sale gratis.
Según el mismo a partir de la entrada en vigor del RD,
únicamente se podrán mantener los créditos horarios y acumulaciones de los
mismos que fije estrictamente la Ley (Estatuto de los Trabajadores, EBEP Y
LOLS), dejando sin efecto todos los acuerdos, pactos, etc., existentes que le
superen. Añadiendo que únicamente en el ámbito de las Mesas Generales se podrá
llegar a unos nuevos, y establece el 1
de octubre como fecha de aplicación del artículo.
Es decir, ha entrado en vigor y se aplica desde el 1 de
octubre, fecha en que todos los liberados sindicales que no lo sean por haberse
presentado a unas elecciones, deberán cesar y reincorporarse a sus puestos de
trabajo, con el correspondiente cese del interino que ocupa su plaza. La Ley no
autoriza las acumulaciones de créditos horarios entre delegados sindicales, ni
con ellos mismos ni con los de Juntas o Delegados de Personal y Comités de
Empresa.
Por una parte, nos quitan medios de defensa, porque
restan mucho personal para la atención sindical a los trabajadores, es decir,
se limpian el camino para llevar a efecto sus tropelías con más tranquilidad.
Yo que tengo experiencia y hace tiempo renuncié a mi liberación, puedo decir
que eso no es bueno para nosotros porque seguramente se cargan a gente muy
trabajadora y preparada, aunque en todos los lugares hay fariseos que te venden
la moto todos los días, y tras una apariencia simpática y demás, se esconde una
vida laboral llena de bajas laborales y e intereses personales, y venderían a
su madre por una liberación.
Por otro lado, la referencia a la posibilidad de otro
tipo de pactos en el ámbito “exclusivamente” de las Mesas Generales, es si cabe
más peligroso todavía, porque les obliga a ir a una posible negociación
prácticamente de rodillas, en un ámbito donde negocian los grandes jefes, que
muchas veces están más pendientes de su “staff” que de otra cosa, y cualquier
pacto o acuerdo en este momento sería acogido por la sospecha de “cambio de
cromos” y no del coyote precisamente. Además deja fuera a sindicatos
sectoriales muy fuertes y a todos los minoritarios. Ese es el cebo. Veremos…