lunes, 23 de julio de 2012

El peligrosísimo artículo 10


El  RD de nuevos recortes publicado el pasado 13 de julio, tiene un artículo dedicado a las liberaciones sindicales, que se reducen notablemente, como pedían los medios de comunicación gubernamentales, y los amigos del defraudar me sale gratis.

Según el mismo a partir de la entrada en vigor del RD, únicamente se podrán mantener los créditos horarios y acumulaciones de los mismos que fije estrictamente la Ley (Estatuto de los Trabajadores, EBEP Y LOLS), dejando sin efecto todos los acuerdos, pactos, etc., existentes que le superen. Añadiendo que únicamente en el ámbito de las Mesas Generales se podrá llegar a unos nuevos, y establece  el 1 de octubre como fecha de aplicación del artículo.

Es decir, ha entrado en vigor y se aplica desde el 1 de octubre, fecha en que todos los liberados sindicales que no lo sean por haberse presentado a unas elecciones, deberán cesar y reincorporarse a sus puestos de trabajo, con el correspondiente cese del interino que ocupa su plaza. La Ley no autoriza las acumulaciones de créditos horarios entre delegados sindicales, ni con ellos mismos ni con los de Juntas o Delegados de Personal y Comités de Empresa.

Por una parte, nos quitan medios de defensa, porque restan mucho personal para la atención sindical a los trabajadores, es decir, se limpian el camino para llevar a efecto sus tropelías con más tranquilidad. Yo que tengo experiencia y hace tiempo renuncié a mi liberación, puedo decir que eso no es bueno para nosotros porque seguramente se cargan a gente muy trabajadora y preparada, aunque en todos los lugares hay fariseos que te venden la moto todos los días, y tras una apariencia simpática y demás, se esconde una vida laboral llena de bajas laborales y e intereses personales, y venderían a su madre por una liberación.

Por otro lado, la referencia a la posibilidad de otro tipo de pactos en el ámbito “exclusivamente” de las Mesas Generales, es si cabe más peligroso todavía, porque les obliga a ir a una posible negociación prácticamente de rodillas, en un ámbito donde negocian los grandes jefes, que muchas veces están más pendientes de su “staff” que de otra cosa, y cualquier pacto o acuerdo en este momento sería acogido por la sospecha de “cambio de cromos” y no del coyote precisamente. Además deja fuera a sindicatos sectoriales muy fuertes y a todos los minoritarios. Ese es el cebo. Veremos…